16.9.10

Ella siempre era la intermedia, Nunca la más linda, pero jamás la más fea. Se encerraba días escribiendo... Y demoraba tres segundos en romper su arte. Ella era como todos, Ni muy alta, ni muy pequeña. Invisible para los ojos comunes, E irresistible para los pocos. Ella era común y corriente, O al menos eso pensaba de ella... Nadie la dejo salir de la mediocridad En la que la pusieron, pero alguien siempre creyó en ella. Ella era como todas las demás, Soñaba en las noches con su amor eterno, Pero a diferencia de los demás, Ella era realista y sabia que no existía. Ella era extraordinaria, Pero nunca nadie se lo dijo... Ella era única, Pero no lo creyó hasta que alguien se lo dijo Ella ya no es la misma, Siempre la más hermosa, jamás la más fea. Se encierra días escribiendo... Y demora tres segundos en darse cuenta de tu arte. Ella no es como todos La más alta para los bajos y la más pequeña para los altos… Deslumbrante para todo los ojos

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-Bella –sus dedos recorrieron con ligereza el contorno de mis labios-. Yo voy a estar contigo…, ¿no basta con eso? Edward puso las yemas de los dedos sobre mis labios, que esbozaron una sonrisa. -Basta por ahora. Le acaricié el rostro y dije: -Mira, te quiero más que nada en el mundo. ¿No te basta eso? -Sí, es suficiente –contestó, sonriendo-. Suficiente para siempre.