3.8.10
No te asombres si te digo lo que fuiste, un ingrato con mi pobre corazón; porque el fuego de tus lindos ojos negrosalumbraron el camino de otro amor. Y pensar que te adoraba tiernamente, que a tu lado como nunca me sentí,y por esas cosas raras de la vida sin el beso de tu boca yo me ví. Amor de mis amores, rey mío ¿Qué me hiciste? Que no puedo conformarme sin poderte contemplar. Ya que pagaste mal a mi cariño tan sincero, lo que conseguirás que no te nombre nunca más. Amor de mis amores, si dejaste de quererme no hay cuidado, que la gente de esto no se enterará. ¿Qué gano con decir que un hombre cambió mi suerte? Se burlarán de mi, que nadie sepa mi sufrir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-Bella –sus dedos recorrieron con ligereza el contorno de mis labios-. Yo voy a estar contigo…, ¿no basta con eso? Edward puso las yemas de los dedos sobre mis labios, que esbozaron una sonrisa. -Basta por ahora. Le acaricié el rostro y dije: -Mira, te quiero más que nada en el mundo. ¿No te basta eso? -Sí, es suficiente –contestó, sonriendo-. Suficiente para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario