22.7.09

Así soy yo. Mi estrella brilla tanto que nadie ve mi fragilidad. Soy como la mujer invisible: soy una presencia que se siente pero no se ve. Cuando ven que no necesitas nada, que podes con todo, dejan de verte.Soy una sombra, una brisa que pasa. Estas pensando todo el día que todos ven lo que doy, pero no lo que necesito. Todos ven tus señales, tus destellos, tu brillo, pero pocos ven cuando te apagas. Hasta la mujer invisible necesita esa mirada especial que lo haga especial.~

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-Bella –sus dedos recorrieron con ligereza el contorno de mis labios-. Yo voy a estar contigo…, ¿no basta con eso? Edward puso las yemas de los dedos sobre mis labios, que esbozaron una sonrisa. -Basta por ahora. Le acaricié el rostro y dije: -Mira, te quiero más que nada en el mundo. ¿No te basta eso? -Sí, es suficiente –contestó, sonriendo-. Suficiente para siempre.